Suficiente

La entrada de la cueva estalló en caos cuando los animales se enfrentaron en un frenesí de dientes, garras y veneno. Las serpientes, bajo el control de Belzebub, se deslizaban entre las sombras, con los ojos fijos en los lobos. Los lobos, con el pelaje erizado, gruñían y mostraban los dientes mientr...

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