Excursión

Hace exactamente una hora que María había corrido a su oficina. Su razón para huir de las garras del Diablo era ciertamente comprensible. Había vislumbrado el verdadero rostro de Asmo. Vio los cuernos, los aterradores ojos oscuros que poseía y la semejanza con cada horrible pero peligrosamente apues...

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