Complot de amor

Esa noche no hubo descanso para ellos.

Cada vez que Antonella y Liam se quedaban dormidos, Harris y Lucía volvían a amarse una y otra vez. Eran como un par de cavernícolas dispuestos a devorarse sin límites, salvajes, entregados el uno al otro.

A la mañana siguiente, cuando el sol se coló por la ven...

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