23. Un sospechoso inesperado

Cuando salieron del juzgado, Janeth respiró el aire veraniego y tosió cuando el calor le llegó a los pulmones. Junio en Arizona era como entrar en un horno.

—¿Estás bien? —preguntó Ray, presionando una mano en la parte baja de su espalda.

Janeth asintió. Bajaron los escalones de piedra del juzgado...