Capítulo 24.

Aiden.

Estaba sufriendo y pensando en todo el placer que las paredes apretadas de Isabella me estaban brindando a la vez. Sus ojos apenas se habían abierto, pero al hacerle ver que una inexistente noche de bodas me tenía molesto. Quería volver a sentir como me ahogaba entre gemidos y no se resistió...

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