39

Layla y Nolan se entregaron a un beso desgarrador, como si en ese momento no les importara nada de lo que sucedía en el mundo, solo deseaban satisfacer sus deseos sexuales.

Su beso se profundizó. Ambos se besaban con una hambre salvaje que sus propios miedos no parecían poder extinguir. Era rudo, l...