67

Janice miró con furia el teléfono, que no dejaba de sonar en la mesita de noche, y luego a Margie, que estaba sentada a su lado con el pequeño Michael en brazos.

—Dale una oportunidad, no creo que quisiera hacerte daño.

—Bueno, cuando Jeremy haga lo mismo, me gustaría decirte lo mismo a ti.

Margi...