Capítulo 138

KESTER.

Terrible...

Lo decía en serio.

Sus ojos se fijaron en los míos, y juro que vi algo romperse en ella.

—¿Sabes qué? —Se secó los ojos—. Quiero poder mirar al padre de mi hijo y no preguntarme de qué es capaz. Pero no puedo. Así que, vete. No quiero verte cerca de mí ni de mi bebé. ¡Vete!

...