Capítulo 163

Mi cabeza latía como un tambor de guerra, cada pulso resonando hasta mi cuello, pero no era el dolor en mi cráneo lo que me hacía estremecer, sino la punzada más aguda y cruel que florecía en mi mandíbula. El recuerdo de ese golpe persistía en la dolorosa contusión, un feo recordatorio de cómo me ha...

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