Capítulo 188

—¡Matt, busca un doctor! ¡Rápido!

La voz angustiada de Quinta atravesó la niebla en mi cabeza, aguda y penetrante, pero mis oídos parecían llenos de algodón. Mi visión se desdibujó en fragmentos rotos: su rostro aterrado, el techo moviéndose, el rayo de luz cortando las cortinas. En algún lugar más...

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