Están detrás de ti

A media mañana, mi teléfono comenzó a sonar y vibrar. Me revolví en la cama, con los ojos aún cerrados y un dolor atravesando mi cabeza. Mi mano se estiró y alcanzó el teléfono. Quería silenciar y cortar la llamada, pero un vistazo al número desconocido en la identificación del llamante me arrancó e...