El sabor de él

El sabor de él

Hycinth

—¡Oh!—exclamé, sorprendida, al encontrarme a horcajadas sobre su regazo en el amplio asiento, con las manos apoyadas firmemente en su pecho desnudo para mantener el equilibrio.

Piel contra piel.

Un cosquilleo recorrió mis dedos hasta llegar a mi núcleo, haciéndome retorcer...