Capítulo 131 - Hasta luego, razones.

Zezi movió un dedo, la consciencia regresando a sus venas. Ya no sentía que estaba en el agua, ya no sentía que se estaba ahogando.

En cambio, sentía la suavidad de la sábana debajo de ella y el olor de la primera lluvia llenando sus pulmones mientras inhalaba con avidez.

Sus párpados se abrieron ...