Frotarse los codos

Dante

El lunes por la mañana, después de que llega mamá, la llevo al apartamento en la ciudad con El y Gianna.

—¿Estás seguro de que puedes cargar esto? —frunce el ceño al ver las tres maletas en mis manos.

Asiento, tratando de convertir una mueca en una sonrisa dolorida. Estoy tan feliz de que e...

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