Dichoso

Tatiana

Angelo nos gira y presiona mi espalda contra la fría pared de ladrillo del salón. Sus besos descienden por mi cuello hasta mi clavícula, y echo la cabeza hacia atrás, sintiendo que sus labios en mi piel me hacen arder.

Un suave gemido se escapa de mis labios mientras sus dedos se hunden ...

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