Sin aliento

Observo a Dante correr hacia la sala conectada para agarrar un cojín del sofá.

—Para tus rodillas. —Lo coloca en el suelo.

Trago saliva. Dante observa el movimiento con ojos hambrientos. Lentamente, me arrodillo sobre el cojín en lugar del suelo de baldosas. Sus pantalones de traje se abultan frente...

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