Capítulo veintiséis

—¿Estás loco? Estamos en una fiesta —dije, volviendo mi mirada hacia él. Estaba a punto de fulminarlo con la mirada, pero se me erizó el vello del cuerpo al ver cómo me miraba lleno de deseo, como si realmente quisiera hacerlo conmigo. Aquí y ahora.

—L-lo hicimos el otro día —balbuceé, sintiendo qu...