Capítulo 34 — «¡Le gustas!»

Hoy hay más mesas disponibles, así que la llevo lo más lejos posible del mostrador. Sin embargo, en el momento en que entramos al establecimiento, ya siento los ojos del dueño sobre mí. Es un poco incómodo llamarlo de una manera tan genérica, pero no hay nada que pueda hacer, ya que he perdido el m...