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Avancé hacia el aula y vi algo que me asustó. Era una de esas arañas venenosas, con su cuerpo brillante amarillo y negro. Casi había olvidado lo peligroso que era este país. Mientras pensaba en qué hacer, la araña se acercaba a mí, como si supiera lo asustada que estaba. No podía permitirme quedar paralizada por el miedo; tenía que actuar rápido. Me congelé porque esas cosas me asustaban, en ese momento apareció Kessler y miró mi cara asustada.

—¿Qué te pasa, chica? ¿Te asustan las arañas?

Asentí y él sonrió.

—No te preocupes, las arañas no son peligrosas aquí, no son realmente venenosas. Yo mismo las he acostumbrado a mi presencia, así que no tienes que temerles.

Kessler se acercó a la araña y la tomó en su mano, yo me alejé de ellos. Él se rió y me dijo que no le hiciera daño. Ahora entendía por qué Kessler no tenía miedo a las arañas, pero yo seguía muy asustada. La sacó por la ventana y pude respirar aliviada, me di cuenta de que había comenzado una conversación normal con él. Kessler me había enseñado que no debemos temer a lo desconocido, sino aprender de ello. Aunque las arañas son peligrosas, él nos mostró que podemos vivir en armonía con ellas.

—Me voy —le dije, entrando al aula.

—Un "gracias" no estaría mal —murmuró burlonamente.

Puse los ojos en blanco y me moví a un lugar cerca de la ventana. Los estudiantes estaban entrando, me preguntaba si haría algún amigo aquí. O tal vez mejor no, para no tener que lidiar con algo más que me fuera ajeno. Sin embargo, alguien se acercó a mí, sentándose a mi lado. Era una chica pelirroja, delgada y bonita. Me sonrió, así que le devolví la sonrisa.

—Hola —dijo en voz baja—. Soy Charlotte, pero puedes llamarme Lottie. Estudio biología y también me gustan mucho los animales.

Me sorprendió su confianza en mí, pero no me molestó. Me gustó Lottie.

—Soy Eva —me presenté, sacando mis apuntes. Miré alrededor del aula y suspiré—. ¿Y qué curso estás estudiando? —le pregunté a Lottie.

—Biología y anatomía, tenemos varias clases juntas. Eres la chica nueva, supongo, alguien como tú no pasa desapercibida —me sonrió. Le agradecí el cumplido. No esperaba que fuera tan fácil hacer amigos en este lugar. La clase pasó muy rápido y tan pronto como sonó la campana, Lottie se levantó para irse.

—Tenemos que irnos, pero ¿quieres encontrarte más tarde? —me preguntó.

—¿A qué hora? —respondí.

—¿A las diez en la biblioteca? —sugirió.

—Está bien, nos vemos entonces.

Llegué a la biblioteca un poco antes de las diez y me senté en una mesa cerca de la entrada para esperar a Lottie. Después de unos minutos, ella llegó y se sentó frente a mí con un libro en la mano.

—¿Cómo estuvo tu día? —me preguntó.

—Bueno, estoy cansada pero me gusta la escuela —respondí honestamente. Lottie sonrió y abrió su libro.

—¿Y qué tal tus clases? ¿Te gustan?

Asentí y abrí mi libro también. Estaba cansada después de un largo día de clases, pero no quería irme todavía. Me gustaba estar con Lottie, era divertida y fácil de hablar. Parecía que habíamos sido amigas desde hace mucho tiempo. En ese momento Kessler entró en la biblioteca con la misma chica que lo había besado, me puse rígida en ese momento, no sé por qué pero me molestaba verlos juntos, no me gustaba la chica. Kessler se sentó en la mesa de Lottie y ella me sonrió. Me sentí más incómoda que nunca, no quería estar allí, pero tampoco quería irme.

La chica le preguntó a Lottie si podía ir a su casa después de la biblioteca, Lottie asintió y yo me levanté.

—¿Te vas? —me preguntó Lottie.

Asentí con la cabeza y le dije que tenía que irme. Salí de la biblioteca y me sentí aliviada de estar fuera de allí. No sé por qué, pero ver a Kessler con otra chica me hizo sentir realmente mal.

Una mano tomó mi brazo, haciéndome girar, y me encontré cara a cara con Kessler.

—¿Qué quieres? —solté a regañadientes.

—Sigues siendo grosera —levantó una ceja—, me gustas.

Parpadeé varias veces sin entender y me solté de su agarre.

—No me importa si te gusto, además, no te acerques a mí.

—¿Tienes miedo de mí? —quiso saber, creo que estaba loca porque habría jurado que sus ojos se veían más oscuros de lo normal. Afuera, las gotas de lluvia me sacaron de mi ensimismamiento, estaba nublado y llovía.

—Tus ojos... —empecé a decir, pero me detuve, no quería que pensara que estoy loca—. Olvídalo.

—Te pregunto de nuevo: ¿tienes miedo de mí? —su voz era más gruesa, más oscura.

Me reí.

—Por favor, no te tengo miedo —me acerqué peligrosamente—. De hecho, das lástima. Esa cosa de chico malo ya está pasada de moda. —Le guiñé un ojo, me di la vuelta y me alejé de él con el corazón latiendo a mil por hora.

Fui a la cafetería porque tenía mucha hambre, tomé mi almuerzo, esta vez no quería mucho, solo elegí un sándwich de pasta de pollo, algo de fruta y un yogur. Había muchos estudiantes aquí, creo que más de los que había en mi antigua escuela. La mayoría me miraba con ojos maliciosos. Me senté en una mesa frente a una enorme ventana que daba al patio trasero, donde después solo había bosque y niebla. Me gustaba este tipo de clima, donde no había viento en absoluto, solo nubes grises, llovizna, niebla y frío. Me traía buenos recuerdos.

—¿Qué fue eso en la biblioteca? —Lottie se sentó a mi lado con su almuerzo, me había asustado.

—Lottie, casi me ahogo —maldije, bebiendo un poco de yogur.

—Lo siento.

—No sé de qué hablas —miré hacia adelante.

—De Kessler y su novia.

Hmm, es su novia.

—No, quiero decir, no me gustan. Especialmente él, es todo arrogante.

—Es extraño, antes ni siquiera me miraba y ahora hasta se sentó en nuestra mesa.

Me encogí de hombros.

—No sé —fingí no entender, no quería que asumiera que lo hizo por mí.

—Bueno, tienes que tener un poco de cuidado con ellos, ¿de acuerdo? —me aconsejó, esta vez la miré porque no entendía a qué se refería.

—¿Por qué?

—Ellos son... bueno, expertos en romper corazones de chicas, Eva, son expertos en conquistar chicas con un brillo especial y luego apagarlo —murmuró. Lo dijo como si los conociera muy bien—. Ten mucho cuidado y por favor no caigas en sus encantos. Eva, tienen algo que hace que las chicas hagan lo que ellos quieren —señaló hacia ellos. Seguí su mirada hasta una mesa donde Kessler y algunos otros chicos estaban sentados. Como si sintiera mi mirada, Kessler me miró y sonrió de lado, pero no era una sonrisa amigable, sino más bien desafiante. Sabía que había venido a meterme en la boca del lobo.

—No entiendo del todo lo que dices, pero créeme, nunca podría fijarme en alguien como Kessler, no es mi tipo —le dije a Lottie sin quitarle los ojos de encima a Kessler, sin embargo, su mandíbula se tensó como si hubiera escuchado lo que estaba diciendo. Lo cual era imposible porque estábamos lejos, ¿verdad?

—De todos modos, me alegra haberte conocido, Eva.

Volví mi mirada hacia ella y le sonreí, sin embargo, Lottie miraba fijamente a alguien o algo detrás de mí. Miré hacia donde ella miraba y me di cuenta de que era Lucas, la mirada de Lottie hacia mi hermano era de interés amoroso hacia él.

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