ANTES DE DAEMON

La puerta de la prisión se abrió con un chirrido. Un guardia, con una lámpara en la mano, entró, seguido por otra figura igualmente imponente. La oscuridad de la mazmorra era más amenazante que la penumbra del crepúsculo, pero no era nada que Alorea no hubiera enfrentado antes. Había estado esperand...

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