Invisible

Alorea se acurrucó en un rincón. No había lugar a donde escapar. Estaba sola en esa habitación, indefensa y sin poder, sin ningún lugar a donde correr.

Si los zorros gigantes la atrapaban, nunca podría alcanzar a Clingy. Nunca podría salvar a Baldwin y al resto de los lobos nocturnos.

No... No deb...

Inicia sesión y continúa leyendo