Escapismo

Mis ojos estaban pesados cuando los abrí. Me había quedado dormida llorando en el suelo, al pie de la puerta. Me levanté y abrí la puerta. Estaba un poco oscuro mientras avanzaba tambaleándome por el pasillo hacia mi habitación. Me alegraba no haberme topado con nadie. El pasillo se había llenado de...

Inicia sesión y continúa leyendo