Capítulo 335

La puerta se cerró detrás de Kaelan con un suave golpe, e Iván levantó la vista desde el diván, las cejas levantadas en silenciosa sospecha.

—Estás sonriendo como un lobo que acaba de saquear el gallinero —dijo Iván con voz fría—. ¿Qué tontería has desatado ahora?

Kaelan cruzó la habitación, con e...

Inicia sesión y continúa leyendo