59: Delirante

Me despierto a mediodía, empapada en sudor y con un frío que me cala hasta los huesos al mismo tiempo. Mi brazo todavía parece estar en llamas, sin mencionar que supura y está de un rojo furioso. Me visto lo mejor que puedo antes de echarme mi chaqueta verde sobre los hombros, ocultando la herida mi...

Inicia sesión y continúa leyendo