Capítulo 4 Primera Parte | Capítulo 3: Exhausta - I.
Violet Moore.
Día miércoles, el día de en medio de la bendita semana, que parece no querer acabarse. Antier fue que tuve la reunión con el señor Simon, y aunque no se ha comunicado conmigo, sé que le ha estado leyendo algunos de mis trabajos, tal y como lo dijo. Y me alegro por él, y básicamente también por mí, pero no puedo estar muy concentrada, no como me gustaría, terminaré muriendo en cualquier momento debido al agotamiento que siento, tanto mental, como físicamente.
Y la universidad no ayuda en nada, simplemente le agradezco a Dios que este sea mi último año, porque si no, no sé qué habría sido de mí.
Entre mi trabajo, lo que pasa con Simon —que sí sería más sencillo y menos agotador simplemente aceptar que quiere otro editor y ya, pero no para mí—, mis trabajos universitarios, mi vida personal, y mis propios proyectos. Ya no sé qué será de mí ni siquiera este fin de semana. No sé cómo he sobrevivido tanto viviendo así. Mi madre tenía razón cuando me decía que independizarse sería difícil.
Estoy en la quinta hora de clases que tengo de siete en la universidad, y no sé si el cansancio que cargo encima, me deje llegar al final. Se me cierran solos los ojos, y para colmo el señor Allen está especialmente molesto hoy, justo hoy. Sé que por ley los maestros deben ser estrictos y exigir que sus estudiantes den lo mejor de ellos y explotar su potencial, mucho, mucho explotar nuestro potencial. Pero hoy, hoy le molesta hasta la mosca que se posa encima de la hoja de la libreta de una de mis compañeras.
Suele ser flexible con nuestras respuestas, no le molesta que demos nuestra propia opinión cuando debemos darle una explicación lógica a alguna de las respuestas, pero ahora sí, al parecer, y esto solo está haciendo que se mucho más aburrido, aunque suene mal, estar aquí.
—Pero..., maestro. —se queja Laila, ella es una de las mejores de nuestro salón, casi nunca podemos ver la expresión de miedo en su rostro, por equivocarse en algo. Además su pasión, razón por la que está aquí, es genuina.
—Tome asiento señorita Murphy. —le pide él, mientras niega con la cabeza.
Esta de un humor tan malo que incluso sus fanáticas entre nuestras compañeras lo ven con desprecio.
Hace un rato escuché a la mismísima Samantha decir: “Hoy, lo que tiene de guapo, lo tiene de idiota”.
— ¿Tienes idea de lo que le sucede...? —me pregunta Isa, ella es una de mis mejores amigas, y una de mis mayores cómplices. Ella conoce mejor que nadie la relación que tiene Jared con mi familia.
—No, no lo sé, no lo hemos visto mucho por casa estos días. Sabes que... —mi susurro hacia Isa se ve interrumpido por la mirada penetrante de Allen sobre mi amiga y yo. Además de su voz llamando nuestra atención.
—Señoritas... —nos sonríe de manera forzada—. ¿Podrían hablarme sobre lo que estaba hablando? —suspiro y miro a Isa, y ella se encoje de hombros. Pongo los ojos en blanco y me pongo de pie, dispuesta a hacer lo que nos pide—. No, mejor pase, y explíquenos en breve el tema de hoy. —me ofrece uno de los marcadores y me pide que me dirija a la pizarra.
—Bien..., el maestro nos hablaba sobre el sexismo lingüístico, este es un tema bastante importante, sobre todo para aquellos que esperan poder tratar muy bien, todos los puntos y la ortografía dentro de sus manuscritos. —escribo la palabra ortografía, o tras que hacen referencia a lo que hablo—. También recordemos que el sexismo, se produce cuando un género, masculino o femenino, tiene más importancia que el otro, en su mayoría era el masculino. —anoto los dos géneros en la pizarra—. En la antigüedad, hablando un poco sobre el pasado, la lucha de la mujer por ser tratada como un igual ante el hombre fue demasiado complicada, y lo más difícil fue que se aceptara que las mujeres también podamos recibir educación. Además de que era mal visto que una mujer no se casase y simplemente se dedicara a su hogar, que una mujer quisiera ser reportera, escritora, maestra, todo aquello era prácticamente penado. Por lo que se nos diera nuestro lugar fue demasiado difícil. —miro a Allen de reojo, y no sé reconocer su expresión—. Siguiendo en el tema, en la antigüedad, siempre era mayor visto en la literatura, en libros de historia, en documentos importantes que el hombre era la figura fundamental de todo. —me volteo y anoto las formas más comunes en los que se comete o puede llegar a cometer sexismo lingüístico—, en algunas ocasiones esto se da de manera completamente inocente, hay personas que quizás como alguno de nosotros no conocía de esto, y no lo hace sin tener idea de que comete un error. —todos asienten ante lo que digo y mi manera de expresarme.



























