Capitulo 3

Harry algo exaltado abrazó a Gine, dejando un cálido beso sobre su sudorosa frente, mientras la pelirroja se aferraba a él con fuerza y sollozaba bajito, hundiendo su pecoso rostro en la curvatura del cuello del hombre. Abatido, por ver a la mujer que amaba de ese modo tan vulnerable, la rodeó con sus brazos y repartió besos por su desordenado cabello. ¡Dios, la amaba tanto, que podría bajarle la luna si así lo deseara!

—No quiero que llores Gine... Por favor—, suplicó mientras repartía besos por su mandíbula—. Deneb no significa nada para mí, ella solo es una vil zorra oportunista... Te juro que no entiendo que le ve mi madre para quererla tanto. Es la mujer más despreciable que conocí en mi vida, ¿crees que podría sentir un poco de empatía por ella? Claro que no, te juro que le haré pagar todo el daño que nos está haciendo.

—Harry, me siento insegura junto a ella, es tan hermosa que puede terminar arrebatándote de mi vida—, apartó su rostro del cuello del hombre para mirar fijamente esos intensos ojos verdes que a ella tanto le gustaban.

—No mentiré, Deneb tiene un rostro hermoso, pero su cuerpo no me resulta atractivo, es tan flaca y sin gracia—. Hace una mueca de desagrado con los labios—, a parte toda la belleza de su rostro se opaca con su asquerosa personalidad. Yo te amo Gine, te amo desde que tengo uso de razón—, toma las delicadas manos de la joven—. Eres la mujer de mi vida, con quién deseo formar una hermosa familia, en poco tiempo Deneb solo será un recuerdo en nuestras vidas.

Una amplía sonrisa se instaló en el rostro de Gine, quién eufórica dejó un húmedo beso sobre los labios de Harry. La mujer arregló su cabello, limpio la humedad y restos de fluidos de su sexo para luego acomodar su ropa interior y vestido. Antes de abandonar el cuarto, dejó un último beso sobre los labios del moreno para luego dirigirse al salón donde se llevaría a cabo dicha ceremonia.

Nunca logró entender el recelo que la señora Jones sentía por ella, pese a que la mujer era educada y amable, jamás aceptó la idea de verla emparejada con su hijo. ¿A caso era por la diferencia social entre ambos? Ella era la menor y única mujer de su familia, familia bastante humilde. Su padre se dedicaba a trabajar en las tierras del señor Jones, mientras que su madre se dedicaba a los quehaceres del hogar y a cuidarlos a ellos.

Siempre odió la pobreza, sentirse inferior a otros personas por no tener que vestir o comer sobras de otros, pero Harry fue como una luz en su vida. El chico era el mejor amigo de su hermano, hijo único de una familia inmensamente rica, sin dudas era su pase para salir de la pobreza. Por tal motivo, con ayuda y consejos de su madre procuró enamorarlo. Fue sencillo, se veían a diario y con sus gestos tiernos y palabras dulces logró penetrar en el corazón del chico.

Cuando él le propuso ser su novia, se sintió inmensamente feliz, había alcanzado un importante objetivo por lo que en el transcurso de la relación procuró enamorarlo y mostrarse desinteresada de su dinero, no aceptando los costosos regalos que el joven le daba. Así fue como obtuvo un departamento de lujo en la mejor zona de la cuidad, un auto del año y una tarjeta de créditos sin límites. Harry siempre la consentía en todo, procuraba llenarla de todo lo que careció cuando niña.

Hasta hace un mes atrás, pensó que se convertiría en la flamante esposa de Harry Jones, todo iba bien hasta que a la bruja de su suegra se le ocurrió comprometer a su hijo con la zorra nefasta de Deneb Bettencourt, que al igual que ella era una pobre muerta de hambre, ya que su familia estaba completamente arruinada. Sin embargo, aquella mujer estaba empeñada en ayudar a los Bettencourt a levantar su imperio a cambio de que Deneb contrajera matrimonio con Harry.

Harry intentó oponerse, pero su madre juró desheredarlo si se atrevía a desobedecer su orden. Harry no podía quedarse sin nada, por lo que sutilmente le aconsejó casarse con aquella petulante mujer. Deneb sería la señora Jones, pero la única mujer de Harry siempre sería ella y se encargaría de hacer un maldito infierno la vida de la rubia. Con una gran sonrisa en los labios, Gine ingresó al salón del evento y se sentó junto a sus padres y hermanos, estaba lista para disfrutar del espectáculo.

Harry al hallarse solo aprovecho de arreglar un poco el desorden de su ropa y cabello. Observó su rostro un poco demacrado, las últimas noches no había logrado conciliar el sueño en lo absoluto. No quería casarse con Deneb, desde que la conoció le resultó desagradable y con el paso de los años se hicieron la vida imposible mutuamente, por lo que jamás tuvieron una buena relación, Deneb se encargó de sembrar un profundo odio y rencor en él. Humilló a Gine y su familia muchas veces, por lo tanto le haría pagar cada humillación y desplante.

Deneb cabizbaja camino del brazo de su padre hasta el altar, un nudo se instaló en su garganta y los ojos comenzaban a escocer. Al divisar la silueta imponente de Jones alzó la mirada dedicándole su expresión más neutral y frívola. No permitiría mostrar debilidad ante él, que Harry no notará el poder que tenía sobre ella. Recorrió con la mirada el rostro del moreno notando las ojeras en su masculino rostro y sintió pena por él, por tener que someterlo a esta farsa. En ese momento quiso huir al ver como posaba sus hermosos ojos verdes sobre ella con una expresión iracunda. Por que así era Jones, como un maldito libro abierto de fácil comprensión.

Louise, le entregó la mano de su única hija al moreno y Deneb esbozó una rígida sonrisa al momento que tomaba la mano de Harry. Él estrechó la delicada mano de la joven con más fuerzas de la necesaria y la rubia tuvo que contener las ganas de llorar. Ambos se miraron a los ojos fijamente y fingieron una sonrisa, era hora de actuar frente a la ansiosa audiencia que eran los

invitados de esa falsa boda.

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