Capítulo 16 - Mi eminente divorcio

Ella siempre fue tan especial. Era una mujer de unos cuarenta y tantos años, bajita, algo robusta, una gran madre, echada pa’ adelante como muchas mujeres en Colombia, que el marido no les sirvió y la dejó sola con hijos a cuesta.

—Hola, Lizeth. ¿Cómo amaneciste? ¿Tus hijos?

—Yo bien, mis hijo...