Ella era tú

Después de pasar dos minutos completos controlándome, finalmente me acerco a la puerta del dormitorio y cierro el cerrojo.

—¿Qué estás haciendo, Max? —la voz cansada de Blanca llega a mis oídos y la tristeza cruda que escucho en sus palabras me atraviesa el pecho como un cuchillo caliente.

Dándome...

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