Solo tienes que tirar de los hilos correctos

No puedo apartar la vista de Gracen, clavado en la pared con una maldita barra de metal atravesándole limpiamente el estómago, goteando sangre roja por todo su cuerpo y sobre los azulejos de la cocina. Damian me lanzó con fuerza cuando intenté aplastarle el cráneo con esa sartén. Mi visión se nubló ...

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