La venganza es un plato que se sirve mejor crudo y con sangre

El caldero olía a azufre todo el tiempo que este débil hechicero estaba preparando esa poción de disolución. Tuve que sostenerlo un par de veces para evitar que se desplomara, mientras recitaba este largo canto. Sus mutilaciones y días de privación de sueño lo han dejado en un estado lamentable. Par...