129

JULIA

Después del almuerzo, fuimos a una tienda de maternidad, buscando ropa más sencilla, nada elegante, pero todo cómodo. Elegimos lo que queríamos. Juntas, entramos al probador y Zoe se quitó la blusa y la falda. Me arrodillé en el suelo frente a ella y le proporcioné su premio de nuestro concurs...