Capítulo 58; Resignación.

Las siguientes dos semanas transcurrieron igual de caóticas para Adara, el alcohol se volvió su refugio, su compañero de vida, su consejero de penas, bebía con desespero para acallar la voz de su conciencia que le gritaba que nada mejoraría, que todo iría de mal a peor, para acallar esa voz interna ...