13- Primer beso en el tejado

—Bueno, ahora puedes mirarme a los ojos —dijo con gran pretensión en el momento exacto en que descubrió que sus ojos se fusionaban en un azul perlado. Eran hermosos. Tenía una boca pequeña y rasgos angelicales, sus ojos delineados y pintados de un negro intenso, pero su piel blanca y sus pequeños pá...