29- Lágrimas de helado

Sin entender o pensar en lo que estaba haciendo, dejé la fila del helado y esperé a Meb en el coche como si acabara de ver un fantasma, no un fantasma amigable, sino un amigo espectral del fantasma de mi pasado. Encendí un cigarrillo a regañadientes y bajé la ventana, mezclando mi perfume de Vera W...