Capítulo 44

Capítulo Cuarenta y Cuatro

El viaje hacia la finca de Henry Devereaux pareció durar una eternidad. El cielo se había oscurecido. La única luz que cortaba la carretera era el destello ocasional de los faros de los autos que pasaban. Sentada en el asiento junto al conductor estaba Fiona, perdida en s...

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