Capítulo 34. Firme invitación.

POV Alexander.

Sabino contempló los documentos sobre el escritorio como si fuera un objeto peligroso, su mirada cargada de suspicacia. Lentamente, con una sobriedad que denotaba cautela, extendió su mano arrugada y lo tomó.

Sus ojos oscuros permanecieron clavados en mí mientras deslizaba sus dedos...