Capítulo XXXII

Me tomó un momento darme cuenta de a quién estaba mirando. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que lo vi y no fue una despedida feliz. La barrera se mantenía como si no se hubiera levantado en absoluto y Kino golpeaba su puño contra ella.

—¡Déjenme entrar, luces de agua! ¡Sé que ella está...

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