Capítulo 49 SENTIRSE MISERABLE

—Dime, ¿dónde estoy, Ian? —preguntó Mystica mientras luchaba por ponerse de pie.

—Estás en mi habitación —respondió él con una leve sonrisa.

Mystica reunió fuerzas y se levantó. Aunque le resultaba difícil mantener el equilibrio, se obligó a moverse al considerar inapropiada su situación. ¿Qué pen...