Capítulo 126: Un aroma familiar

Alison agarró la sábana para cubrirse, sentándose con cuidado.

Sus pies descalzos tocaron la suave alfombra, pero no sintió calor, solo un frío que le roía el pecho.

Se apresuró a salir; de repente, su orden resonó desde atrás.

—No te vayas de la Ciudad S. Mantén tu teléfono encendido.

Alison re...

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