Capítulo 20

Después de los diez o quince minutos más largos de mi vida, la lancha al fin se detuvo igual que mi corazón. Pasé saliva más que visiblemente nervioso, y al ver a Jefferson no tuve que detenerme a observarlo para intuir que se encontraba igual.

—Todo va a estar bien — dijo él en un susurro.

—Ya me...

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