Asha

No estoy segura si es la anticipación de lo que podríamos encontrar, o el calor de la enorme palma de Ayris en mi espalda baja lo que tiene mi estómago hecho un nudo, pero de cualquier manera, ambos seguimos a la mujer, agachándonos bajo las solapas de la tienda mientras el aroma a hierbas nos envue...

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