La oleada

¡AYRIS!

Mi cuerpo se sacude violentamente y siento la parte ósea de mi cabeza, justo encima de la nuca, golpear con fuerza contra el frío y duro suelo. Un grito estalla de mis labios, pero sigo desorientada ya que no veo nada frente a mí. Me toma un momento darme cuenta de dónde estoy. De vuelta ...

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