Te tengo

—Te tengo, estás fuera. Todo estará bien ahora —me limpio las lágrimas de las mejillas mientras intento parpadear bajo la tela para acostumbrarme a la luz.

—Viniste —susurro en el hombro de Brunella.

—Por supuesto que vinimos. ¿No pensaste que dejaríamos que ese bastardo se saliera con la suya, ve...