Capítulo 33

Pero Ralph todavía la estaba esperando.

Victoria respiró hondo, controlando su ansiedad, y comenzó a observar calmadamente su entorno, buscando el mejor curso de acción.

En el jardín de rosas, Bianca seguía sentada en el banco, absorta en su libro sobre armas de fuego, completamente ajena a lo que...

Inicia sesión y continúa leyendo