Capítulo 19

La mañana amaneció fría en Roma, y en la finca, el ambiente era aún más gélido que el clima exterior. Dante recorría el pasillo principal como una fiera enjaulada, los pasos fuertes resonando contra el mármol.

—¡No puede ser posible! —exclamó, con los puños apretados—. ¡Toda la noche fuera! ¡¿Y nad...

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