Capítulo 12 Capítulo 12

Frunció los labios y la vi pensarlo. Se removió en la silla, suspiró profundo y noté cómo su pierna empezaba a rebotar. —No me gusta. Mis subordinados creen que solo conseguí el trabajo porque te conocía.

—Son unos imbéciles —dije, negando con la cabeza y apoyándome sobre el escritorio para rematar...

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