Capítulo 162

De vuelta en nuestra habitación, el cansancio me golpeó como una fuerza física. Apenas logré quitarme los zapatos antes de desplomarme en la cama, mis extremidades pesadas como plomo. El sueño me reclamó al instante, arrastrándome hacia la bendita nada.

Cuando desperté, la luz dorada de la tarde se...

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