Capítulo treinta y ocho

Pasé la noche investigando mis opciones y no encontré nada. Solo aumentó la frustración que ya sentía. ¿Y si no podía llamarme? ¿Y si también lo encerraban en un cobertizo? Nunca me perdonaría si algo le pasara.

Cuando el sol apareció en el horizonte, estaba exhausto, pero no podía dormir. Tenía qu...

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