Capítulo 38

En ese instante, la joven salió corriendo. Era gracioso y eso hizo que Ashton la siguiera con la intención de atraparla. Olivia no podía correr rápido, así que Ashton la alcanzó y la levantó por la cintura, alzándola del suelo.

—¡Oh, Dios mío! Suéltame, Ashton, te lo mereces —exclamó la joven.

Era...