Si no hay un culpable, ¡todos son sospechosos!

Estoy boca abajo sobre el sucio colchón en donde duermo, no solo mi cuerpo esta hecho trisas, sino que también mi dignidad y mi corazón lo estaban, las lágrimas no dejan de rodas por mis mejillas, pero al menos me quedaba un sentimiento de satisfacción: No había permitido que Cristopher asesinar...

Inicia sesión y continúa leyendo